MUTACIONES
La mutación es la fuente última de toda variación genética, pues genera variación de novo. La mutación es un factor que aumenta la diversidad genética.
Una mutación es un cambio estable y heredable en el material genético.
Las
mutaciones alteran la secuencia del ADN y por tanto introducen nuevas
variantes. Muchas de estas variantes suelen ser eliminadas, pero
ocasionalmente algunas de estas variantes pueden tener éxito y
incorporarse en todos los individuos de la especie.
Las mutaciones no tienen ninguna dirección (son aleatorias,
no dirigidas) respecto a la adaptación o función del gen, son como un
cambio al azar de una letra por otra en un texto. Este cambio suele
producir una falta de significado, y por eso una gran mayoría de
mutaciones que afectan a la función son deletéreas. Pero a veces ciertos
cambios pueden introducir nuevos significados, permitiendo nuevas
funciones.
La tasa de mutación
de un gen o una secuencia de ADN es la frecuencia en la que se producen
nuevas mutaciones en ese gen o la secuencia en cada generación. Una
alta tasa de mutación implica un mayor potencial de adaptación. Una alta
tasa de mutación aumenta el número de mutaciones perjudiciales o
deletéreas de los individuos. Cada especie tiene un tasa de mutación
propia que ha sido modulada por la selección natural para que la especie
pueda enfrentarse de un modo más o menos óptimo a los compromisos
contrapuestos de estabilidad-cambio que le impone su ambiente.
Las tasas de mutación espontáneas son muy bajas, del order de 10-5-10-6
por gen y generación, y por ello la mutación como fuerza evolutiva no
puede por sí sola producir cambios rápidos de las frecuencias alélicas
en las poblaciones.
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